ESCALANDO EL VOLCÁN ACTIVO MÁS ALTO DEL MUNDO
- Santy G.
- 1 jun 2018
- 3 Min. de lectura

Yanasacha
El volcán Cotopaxi es imponente en los Andes Ecuatorianos y es un símbolo de la avenida de los volcanes que se puede ver perfectamente en un día despejado desde la “carita de Dios”. Con sus 5897 msnm es el volcán activo más alto del Ecuador y del mundo. Su espectacular silueta con sus glaciares es inconfundible y ha servido de inspiración para muchos. Esta vez decidimos realizar un viaje de dos días para explorar los alrededores de este coloso, y ascender hacia sus glaciares recientemente abiertos al acceso del público, luego del proceso eruptivo de 2015 – 2016.
Día 1: El Parque Nacional
El Cotopaxi se encuentra en el centro del Parque Nacional del mismo nombre que tiene 2 entradas definidas. La primera y más concurrida se encuentra en la carretera Quito – Latacunga; mientras que el segundo acceso se puede alcanzar por las localidades de Pedregal (Machachi) y Rumipamba (Sangolquí).Te recomendamos ingresar por el segundo acceso por la hermosura de paisajes a contemplar y la cantidad de cascadas, caminatas y ríos que componen la Avenida de los Volcanes. Decidimos ingresar por el acceso Rumipamba – Pedregal luego de 2 horas de maravilloso paisaje andino, pudiendo contemplar majestuosos toros bravos, el rio Pita, y el impresionante páramo andino ecuatoriano. El ingreso no tiene costo alguno, pero si es importante registrarse y las mascotas están prohibidas. Luego del respectivo check in, decidimos visitar la famosa hacienda – hostería de Tambopaxi, la única ubicada dentro del Parque Nacional. El lugar es maravilloso con villas privadas con vista privilegiada hacia el volcán, cabalgatas, deliciosa comida y buena atención. Degustamos de un delicioso locro de papa y un choclo con queso de la zona. Avanzamos por el parque nacional mientras contemplamos el vuelo de dos cóndores y un par de curiquingues que danzan al ritmo del viento entre las inmensas rocas que son vestigios de la última erupción.
El ambiente es perfecto y ante nuestros ojos el cielo decide abrirse por un minuto y podemos contemplar al Cotopaxi de frente, receloso como siempre, pero invitándonos reflexionar sobre la importancia del cuidado de la naturaleza. Continuamos el trayecto hacia el refugio José Rivas S.I, refugio que era propiedad del Colegio San Gabriel y lleva ese nombre en honor al gran Suco Rivas, un sacerdote jesuita apasionado por el montañismo y fundador del Club del Colegio. El ingreso al Refugio no tiene costo, pero se debe cancelar USD 20 para pasar la noche. Luego de contemplar el atardecer, decidimos preparar la mochila y los implementos para el ascenso. Dormir temprano es mandatorio, pasado las 18H30, el toque de silencio se despliega y los apasionados montañistas descansan.
Día 2: Los Glaciares
Pasadas las 4 AM es hora de levantarse. La meta es llegar a Yanasacha, una pared de roca a 5700 msnm, que exige alta resistencia y un nivel técnico alto. Empezamos a ascender la colina por el costado occidental del Refugio. Vamos solos ya que la mayoría de andinistas planificaron llegar a la cumbre y ascendieron desde las 2am, algunos reflejos de sus linternas se vislumbran en la nublada oscuridad. El ascenso es duro y la pendiente bordea los 70 grados, son dos horas y media de caminata hasta el primer glaciar que resulta agotador. El amanecer hace efecto y nos regala una vista espectacular de los Andes Ecuatorianos, el sol que se despliega en el Este nos hace sentir realmente bendecidos. Con el rayar del alba, es mandatorio colocarse el equipo de montaña y los crampones. Empezamos el ascenso por el glaciar con un fuerte olor a azufre y rezagos del último proceso eruptivo recrean una escena pintoresca de respeto para la montaña.
Luego de dos horas de ascenso en el glaciar, vislumbramos nuestra meta. Yanasacha se forma imponenente y los glaciares evocan un respeto único que solo la montaña nos puede brindar. Las condiciones climáticas permiten que podamos descender en una tabla de downmountain, diversión única. Hora de volver a casa luego de haber disfrutado de esta magnífica montaña. Nos detenemos en la parte superior del refugio a disfrutar de una bebida caliente y un poco de frutos secos para recuperar energía. ¡Amamos la montaña!

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