CONOCE MÉXICO DF EN 12 HORAS

Ciudad de México, Mexico City, Mexico Distrito Federal, o simplemente México es una de las grandes metrópolis de América Latina, y la ciudad más poblada de América del Norte, con casi 9 millones de habitantes y 16 boroughs se ha convertido en una gran metrópoli de arte, cultura, deporte y destino turístico.

Aprovechando una larga escala en CDMX y con aproximadamente 16 horas en la ciudad, nos propusimos en tan poco tiempo lograr recorrer la mayor cantidad de lugares turísticos de esta metrópoli. El reto estaba planteado, y era complicado debido a los famosos embotellamientos que se suscitan en las calles de la capital mexicana y considerando que era un día sábado, día en el cual se suprime la restricción de circulación vehicular y todo el volumen de autos circunda el DF. El sistema de transporte público en México funciona adecuadamente y es relativamente seguro, sin embargo los lugares turísticos que queríamos conocer se encontraban en lugares alejados del centro capitalino, por lo que por el poco tiempo disponible era mucho más económico rentar un auto. Por aproximadamente USD 35, se puede rentar un compacto que es un precio adecuado, considerando que el bus turístico al centro histórico tiene un precio de USD 8 por una vía. El centro de renta de autos se encuentra en la terminal 1 y todas las compañías de renta de auto ofrecen un servicio de shuttle gratuito desde cualquiera de las terminales que llegues.

El primer destino que escogimos son las famosas pirámides de Teotihuacán, la ciudad mesoamericana más grande del mundo antiguo para visitar sus famosas pirámides y el complejo arquitectónico y arqueológico que se extiende a lo largo de la Avenida de la Muerte. El complejo se encuentra a 40 kilómetros del centro del DF, que no debería tomar más de una hora de viaje; sin embargo, las condiciones de tráfico eran supremamente complicadas, y nos tomó casi tres horas llegar a este hermoso lugar. Teníamos poco tiempo para recorrerlo, y nos decidimos por coronar la pirámide de la luna y del sol. Imponentes construcciones del mundo antiguo que requieren un estado físico acorde para poder ascender sus muchos escalones. La vista desde la parte alta es prodigiosa y cargada de energía. Estábamos en un lugar de misticismo que nos permite reflexionar sobre la importancia de las civilizaciones prehispánicas y el legado que han dejado para el pueblo mexicano y latinoamericano.

Degustamos de los famosos tacos de sesos de res, pastor y carnita con un buen chile y una refrescante michelada. El sol se pone a las 8 de la noche y eso nos da un tiempo mayor para disfrutar de ciertas atracciones famosas en CDMX, luego de un regreso más tranquilo y sin tanto tráfico, llegamos a visitar a la Virgen de Guadalupe, la patrona de México.

El complejo que se conoce como la Villa de Guadalupe es un conjunto de iglesias, templos, santuarios, que rodean al lugar donde la Virgen Maria se apareció ante Juan Diego Cuauhtlatoatzin en 1531. El edificio principal es la Basílica Mayor, una imponente edificación semicircular, donde en la parte central se encuentra la milagrosa Virgen de Guadalupe. El cuadro puede ser contemplado desde la parte inferior con un acceso especial con un moving walk, un lugar de mucha devoción y respeto. Te recomendamos adquirir una vela en las afueras de la Basílica y depositarla en tan especial lugar. Además el museo de Juan Diego y la antigua Catedral son lugares importantes para la oración, el complejo es el sitio de peregrinación más visitado del mundo y comprendiendo su extensión se puede entender la devoción que tienen los mexicanos a la “morenita”.

La noche empezaba a caer y conducimos hasta el famoso lugar de Xoxhimilco, el camino fue largo ya que se encuentra en la parte sur de la ciudad, atravesar sus autovías y expressways es un reto y con un GPS de Google es suficiente, pero es importante siempre estar concentrado para no tomar una salida equivocada. Luego de una hora de conducción, arribamos a una de las 16 alcaldías de México, conocida mundialmente por sus canales y sus trajineras; una versión americana de las góndolas venecianas con un multicolor y encanto único.

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Te recomendamos visitarla cuando la luz está presente si tu deseo es cultural, ya que a la hora que arribamos, el sitio era una fiesta. La música tradicional mexicana fue reemplazada por la música urbana, que más parecía un club de un país caribeño. Sin embargo, el encanto de las trajineras, su multicolor y su festejo nos inspiró a relajarnos y por supuesto disfrutar de un cóctel.

Volviendo al downtown de CDMX, y ya enrumbados con el ambiente Xoxhimilco, decidimos ir a pasarla bien ahora en la famosa Plaza Garibaldi. Un lugar repleto de grupos de música tradicional mexicana: mariachis, bandas, boleros, y te ofrecen por unos pocos pesos deleitar a tu pareja o ponerte a bailar. El lugar estaba muy encendido y decidimos disfrutar de su ambiente y cenar en uno de los típicos restaurantes que se asientan alado de la plaza.

El tema de la seguridad en el centro debe ser considerado y es mejor guardar el vehículo en el parqueadero subterráneo de la plaza, aunque el costo es un poco elevado, es mejor considerarlo para evitar pasar malos ratos. Ya en la plaza disfrutamos de todas las variantes de la música local, visitamos el famoso museo del tequila y el mezcal; y, finalizamos con una deliciosa cena tradicional compuesta de tira de cerdo asado, frijoles, tacos, enchiladas, tacos, queso, jugos y micheladas, por tan solo USD 10. El lugar tiene mucho colorido y fiesta y es una parada obligatoria para conocer CDMX.

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El tiempo nos iba consumiendo, pues era obligatorio hace run city tour en horas de la noche por los sitios emblemáticos de la ciudad. Comprando un café en uno de los múltiples Starbucks empezamos a recorrer el distrito para visitar el Palacio de Bellas Artes, el Zócalo, la Plaza de la Constitución, el Palacio Nacional, la Avenida de los Insurgentes, el Ángel de la Independencia, el Paseo de la Reforma y la exclusiva zona de Polanco. Un sincretismo maravilloso de modernidad e impresionismo arquitectónico que nos dejó muy complacidos de tan bella ciudad.

Nuestro vuelo nos esperaba y era hora de devolver el vehículo, con 16 horas en la ciudad, sin dormir, el reto estaba cumplido. Íbamos a descansar en el avión y eso era lo que importaba, habíamos descubierto México DF lindo en un par de horas y continuábamos la aventura, a dónde será?...